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Adéntrate en el cementerio y sus historias. ¿Qué secretos sabrán Memé y Josefa sobre los difuntos?

Entrada al cementerio
El diseño de las tumbas es variado
Ofrendas florales frescas
Aquí siempre es primavera
Los progresos de la muerte
Los límites del cementerio son borrosos
Dentro del cementerio, hay otro cementerio
Es el cementerio de las tumbas caducadas
Vida y muerte en Nimbus
“La vida es una sombra, un pobre actor que cruza el escenario y no vuelve a ser oído" (Shakespeare)

Una nostalgia por Crisanta

Fue tan de prisa. Un contagio que nadie previó.
Entre pujidos y llantos, nació Crisanta.
Una criatura hermosa: fue la princesa de mamá.
Pero en un viaje a la plaza del pueblo, entre tanta gente… ¿Cuándo sucedió?
La fiebre. El llanto. ¿Quién hizo mal a la criatura?
Le hablaron cerca, la tocaron. Su hermosura era un imán en Nimbus.
Atrajo su destino. Enfermó con una tos extranjera.

Su mamá se desesperó.
El sol se había escondido tras las montañas y hacía niebla.
La criatura se ahogaba en brazos de ella. Por las ventanas se colaba el frío.
El olor del alcohol junto a su cuna invocaba los pasillos de un hospital.
No había nada que hacer. El tiempo incontable de las noches en vela no sirvió.
Entre tiernos arrullos, la enfermedad sepultó a Crisanta, en dos lugares al tiempo:
En el cementerio, donde sopla el último viento, su cadáver de mejillas rosadas;
Y en casa, en un armario bajo llave, su pequeño mameluco de algodón.

Crisanta fue brillo fugaz, luna de una noche.
Pero en el Pueblo de las Nubes, su madre aún canta su nombre.

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